Virginia Bolten nació en San Luis el 26 de diciembre de 1876, aunque años después se radicó con su familia en Rosario. Más precisamente, en la zona norte de la ciudad: en el barrio obrero que se había levantado en las cercanías de la Refinería Argentina de Azúcar, una gran planta industrial que se inauguró en 1889 y que dio origen al actual barrio Refinería.
En tal empresa azucarera consiguió trabajo y poco tiempo después contrajo matrimonio con un anarquista uruguayo activista en el gremio de los zapateros.
A pesar de su joven edad, no tardó en ser una de las voces más escuchadas del entonces creciente movimiento anarquista. Tan así, que el 1° de mayo de 1890 fue arrestada por arengar a las masas. Según informó el diario La Capital al día siguiente, una columna de personas marchó por primera vez en la Plaza López para conmemorar el Primero de Mayo, encabezada por Virginia Bolten, quien tras pronunciar un discurso revolucionario y difundir propaganda anarquista entre los trabajadores presentes, fue detenida bajo el cargo de atentar contra el orden social. Fue la primera mujer oradora en una concentración obrera.
Aunque este hecho forma parte de la historia oral de la ciudad, ya que no existen documentos que comprueben su presencia efectiva allí. De todas maneras, lejos estaba de quedarse ahí. Pocos años después, en enero 1896, publicó en Buenos Aires “La Voz de la Mujer”, el primer periódico comunista anárquico feminista redactado por mujeres de la Argentina. No sólo eso, también era el primero de Latinoamérica. Por los pocos recursos y en forma clandestina, se publicaron 2000 ejemplares en 9 ediciones hasta enero de 1897.
Para 1899 hay documentación que indica que fue publicado en Rosario, bajo dirección de Virginia Bolten, aunque hasta la fecha no se encontraron ejemplares.
Bajo el lema del periódico “Ni dios, ni patrón, ni marido”, buscaba promulgar ideales de libertad e independencia, instalar el debate sobre el amor libre, el matrimonio, la revolución social, los abusos del poder y enseñar a las madres a educar a sus hijos en igualdad de derechos.
En 1900 fue arrestada en Rosario junto a Teresa Marchisio y otros cuatro anarquistas por organizar una contramarcha en repudio a la procesión católica de la “Virgen de la Roca”.
En 1901 nuevamente fue arrestada por distribuir propaganda anarquista en las puertas de la Refinería Argentina (de donde fue echada por exigir mejores condiciones laborales para las mujeres). La policía atacó a los obreros y mató a uno, el anarquista Cosme Budislavich. Bolten fue testigo del asesinato.
Al año siguiente se refugió en Uruguay, aunque en 1904 volvió a Buenos Aires y formó parte del Comité de Huelga Femenino organizado por la FORA (Federación Obrera Argentina). Pero todas estas actividades comenzaron a producir un deterioro en la salud de Virginia.
En 1907, Bolten participó en la huelga de inquilinos como parte del Centro Femenino Anarquista. Fue arrestada, y como se hizo pasar por uruguaya, se le aplicó la Ley de Residencia y fue expulsada al Uruguay. Se radicó definitivamente en la capital uruguaya. Su casa se convirtió en una base de operaciones de los anarquistas deportados desde Argentina.
Durante 1923 Integró el Centro Internacional de Estudios Sociales, una asociación libertaria de Montevideo, cuna de la intelectualidad ácrata de esa ciudad. Y esto fue el último accionar público que se supo de su intensa actividad.
Finalmente falleció en 1960, en el barrio Manga de Montevideo, donde mantenía un perfil bajo junto con su marido Manuel Manrique.