El 12 de septiembre de 1976 marcó un antes y un después para la ciudad. Un ómnibus que transportaba a 32 integrantes de la Guardia de Infantería de la Policía de la Provincia de Santa Fe, fue emboscado por una rama de la Organización Montoneros en la intersección de Junín y Rawson.
Aquél domingo nadie se imaginaba lo que iba a pasar. El colectivo Mercedes Benz trasladaba a policías que regresaban de cubrir un partido de Rosario Central en el Gigante de Arroyito. El micro tomó por Gorriti, dobló en otra calle para conectar con Junín y allí nada volvería a ser igual.
Detrás del ómnibus, ajeno a lo que sucedería, venía Oscar Ledesma, un fotógrafo de 56 años que manejaba su Renault 12 junto a su esposa, Irene Dip, de 42, y la hija de ambos, Andrea, de 15 años.
Eran las 18:15 horas. En la ochava de Rawson y Junín, del lado de los números pares, estaba estacionado un Citroën 3 CV color rojo, que cuando el colectivo pasó por al lado, explotó.
El estallido de la bomba fue quirúrgico. El Citroen voló en mil pedazos justo cuando el colectivo pasaba a escasos metros. El matrimonio Ledesma murió el acto. Su hija fue llevada a un hospital y salvó su vida.
En el ómnibus, en tanto, las escenas fueron terribles. Cuerpos mutilados y gritos desgarradores. Todos los que venían sentados del lado izquierdo del colectivo murieron. La explosión fue tremenda. La bomba estaba hecha con todo tipo de municiones, hasta impregnadas de desechos y materia fecal, con el objetivo de infectar una vez que provocara heridas.
Todo era caos. La bomba mató a 9 policías y al matrimonio. Y dejó más de 20 heridos graves, muchos con secuelas de por vida. Días después, Montoneros se adjudicó el hecho. No hubo detenidos ni sospechosos.
Desde el año 2010, Apropol instauró esta fecha como el “Día del Policía Santafesino Caído en Acto de Servicio”.
