
Con un clima gélido, el lunes 16 de julio de 1973 comenzaba la semana de una manera muy distinta a lo habitual. Alrededor de las 10:45 de la mañana Rosario fue sorprendida por una intensa nevada que se desplazó por toda la ciudad.
Los ciudadanos, atónitos, no desaprovecharon la oportunidad y salieron a las calles para armar los famosos muñecos y tirarse bolas de nieve.
Desde entonces, no volvió a nevar en Rosario y este día quedó grabado en la retina de muchos rosarinos y rosarinas que fueron testigos del histórico acontecimiento.