El 15 de febrero de 1936 fue inaugurado un moderno bar que sería epicentro de encuentro durante varios años. Ubicado en la esquina de Córdoba y Mitre, abrió sus puertas el salón bar de la confitería «La Perfección», de Francisco López Ramos.
El lugar que fue construido por Juan y Carlos Spirandelli, se destacaba por sus prolijos manteles y las bandejas plateadas de tres pisos, algunas con masas finas y otras con sándwiches de miga, según cuenta Matices de Rosario.
A su vez, al final del salón tenía un cortinado de terciopelo rojo, que separaba el lugar de atención con los baños. Hasta que en 1959 La Perfección bajó sus persianas y todo el mobiliario fue a remate. Así varias familias compraron sillas, mesas, muebles y diversos objetos que tenía el lugar, algunos de los cuales eran importados, como las sillas que fueron traídas de la antigua Checoslovaquia.
En la actualidad y desde hace años, el local es ocupado por una empresa de cable y telefonía.