Del cine más concurrido al mejor boliche de la ciudad. Del «En el 2000 todas las discos serán como Space» al «Yo te conozco». No caben dudas de que la propiedad de Mendoza 3947 almacena miles de recuerdos e historias. Durante largos años fue el epicentro de las juntadas. De las alegrías. De uno de los mejores y más grandes cines de la ciudad, a un boliche que marcó la diferencia con el resto. No sólo en Rosario, sino en Argentina. Hasta que una cadena cerró el baúl de diversión y felicidad.
El comienzo de esta historia se remonta al año 1909, cuando en la principal arteria del barrio Echesortu abre al aire libre “Recreo Echesortu”, en donde se realizaban obras de teatros y bailes. Al año siguiente, ya con un salón cubierto, se empezaron a proyectar películas al aire libre. En ese entonces, las películas mudas eran uno de los mayores entretenimientos de las familias rosarinas.
En 1936, el cine cambió de dueño y cerró sus puertas para ser completamente remodelado. Poco tiempo después, el 5 de agosto de 1937 reabrió como Cine Teatro Palace Echesortu. Con un gran escenario y un total de 1796 butacas, pasó a ser uno de los cines más grande de la ciudad. En tanto, contaba con un equipo sonoro único en Rosario.
Además de la proyección de películas, la sala del Echesortu fue escenario de múltiples presentaciones teatrales y de bailes de carnaval. Pero todo espectáculo tiene su final. Lejos de su mayor esplendor, el 29 de septiembre de 1982 proyectó su última película. Al día siguiente, las luces se apagaron y la sala cerró definitivamente sus puertas.
Pese a que este hecho generó gran angustia, otro lugar de alegrías volvería a nacer. En 1984 se inauguró en la misma propiedad, y tras algunas remodelaciones, “Space Lab”. Un boliche que llegó para cambiarlo todo.
Pero al poco tiempo, cerró para realizar más modificaciones. Se ambientó con tecnología de última generación, y allí marcó la historia. Droopy Faiola se hizo cargo de la música, en el lugar donde las fiestas láser serían protagonistas durante los próximos años.
Su eslogan decía «En el 2000 todas las discos serán como Space». Sin embargo, nunca hubo otra igual. Por su escenario pasaron grandes protagonistas del rock argentino. Soda Stereo, Virus, Charly García, Fito Páez, Sumo, entre otros.
Aunque el lugar de encuentro de todos los fines de semana, donde muchas personas entablaron relaciones afectivas y amistosas, también cerró sus puertas. En el año 1999 “El Templo”, como era conocido, cerró tras 15 años de existencia.
Para el año 2005 la cadena de supermercados Coto compró el edificio y transformó el lugar en su estacionamiento y depósito, aunque manteniendo su fachada y estructura original. En la actualidad esto aún puede apreciarse cada vez que se ingresa al lugar. En aquellos rincones donde floreció diversión y alegría, donde quedaron grabados recuerdos imborrables, hoy no hay más que carrocería y mercadería.