
El Cine Sol de Mayo fue uno de los cines más concurridos y queridos por los rosarinos. Estaba ubicado en Av. Pellegrini 1417 (casi esquina Corrientes), y fue epicentro de múltiples reuniones grupales y familiares.
El comienzo de su historia se remonta al 20 de septiembre de 1913, cuando abrió sus puertas como “Cine Varieté”, un café en el que también se proyectaban películas y variados espectáculos. En tal lugar, se permitía beber, comer y fumar mientras se apreciaba una obra.
El Varieté se incendió casi en su totalidad en la madrugada del 4 de noviembre de 1921, afortunadamente sin dejar heridos, ya que el lugar se encontraba cerrado. De acuerdo a los comentarios periodísticos de la época, el siniestro se inició en el escenario y habría sido causado por manos anónimas.
Cinco meses después, en abril de 1922, se ofreció la reapertura de la sala totalmente reconstruida y ampliada, con el nombre de cine “Sol de Mayo”.
Por un cambio de dueños, desde 1940 hasta 1946 este cine tuvo distintos nombres: «Novedades» y «Cómico».
Hasta que el 31 de agosto de 1946, en forma definitiva retoma el nombre de “Sol de Mayo». Era común ver tres películas continuadas, de las cuales la mayoría eran de acción.
El Sol de Mayo tenía un público fijo. Dichos asistentes denominaban graciosamente a este cine “la catedral de las salas cinematográficas rosarinas”.
Fue un cine muy popular, con una mayoritaria concurrencia de hombres. En uno de los costados de la sala tenía un bar, en el cual se aprovechaban los intervalos para tomar algo.
El 26 de junio de 1977 proyectó su última función, previo a lo que sería su cierre definitivo el día siguiente. Así quedó en la memoria de aquellos que pudieron conocerlo, y en la imaginación de muchos que escuchan sus historias.
Con el cierre del Sol de Mayo desapareció una sala de características muy singulares que determinó un estilo dentro del espectáculo cinematográfico de Rosario. La propiedad fue demolida, para allí construir un edificio que aún persiste.